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De cómo con ingredientes básicos en la cocina podemos crear suculentos dulces.

martes, 6 de agosto de 2013

Merengue suizo

¿Sois golosos? Pues quedaros a ver la receta que os traigo hoy.  Es fresquita y no necesita horno.  Aunque puede que a la primera no salga, os quedaréis con las ganas de intentarlo de nuevo y encontrar el punto que os guste más.  


Hoy traigo merengue, niñ@!!  Desde pequeña he visto a mi madre hacerlo y quedarse con el brazo dolorido. Cuando lo hacía era por alguna ocasión especial.  Hace ya mucho tiempo que no hace, mi madre es una gran cocinera, pero lo que es tema postres, lo justito.   Por eso me decidí hacerlo, por recordar momentos tan especiales y porque a mi novio le pirra el merengue, y le prometí que un día se lo prepararía.  

Cuando llegó Blanquita a casa (mi máquina Kenwood), lo primero que hice fue molletes antequeranos (un desastre, por cierto) y algunas cosas más, ya estaba tardando en hacer merengue.  Me dispuse a buscar las recetas de merengue que tenía en el blog de notas apuntadas, y me decidí por hacerlo con los ingredientes que ponía en el libro de Paco Torreblanca, "La cocina dulce". Hay dos tipos de merengue en su recetario, el merengue suizo y el merengue italiano.  No explica para qué es mejor utilizar cada uno, así que me quedé igual, pero además, hace falta controlar muy bien la temperatura, el primero 60ºC y el segundo 120 ºC, a parte de la explicación de la elaboración que me parecía insuficiente.  Como la mayoría de la gente, yo no tengo termómetro, me acordé de los termómetros que había en el laboratorio de mi facultad, en fin, dando vueltas a cosas que no vienen al caso, jejeje.  La verdad es que el no tener termómetro me frenaba a hacer el esperado merengue.  Pero seguí buscando por muchos sitios y me topé con un video que explicaba fenomenal cómo hacer el merengue suizo, y no hacía falta termómetro!!!!  


Como podéis ver en las fotos, yo no lo pasé por el horno ni les dí color con el soplete, los dejé tal cual, pero eso ya decidid vosotros como os gusta más.  Y con el merengue hice raciones para comerlo con una cucharilla, me salieron más de una docena, y me quedó para rellenar y decorar una tarta, pero que no pudimos catarla ninguno, fue un presenté que llevé a un conocido para desearle que se recuperara pronto.


Os cuento cómo lo hice.

Ingredientes:

  • 220gr. de azúcar normal.
  • 4 claras de huevo.
  • Una pizca de sal.
  • Unas gotitas de zumo de limón.
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla.

Elaboración:

  1. Calentamos al baño María el azúcar y las claras, sin dejar de mover, hasta 60ºC.  Si no tenéis termómetro, vais tocando con el dedo la teztura de la mezcla, y en el momento en el que no se noten los granos de azúcar, ése es el punto.
  2. Apartamos de la fuente de calor y agregamos la sal, vainilla y las gotitas de limón. Empezamos a montar con la ayuda de las varillas eléctricas.  
  3. La vainilla al principio le dará un tono amarillento a la mezcla, pero os aseguro que después termina siendo un color blanco brillante.
  4. Cuando toquemos la superficie exterior del bol del merengue, mientras lo estamos montando y vemos que ya está a temperatura ambiente y levantamos la varilla y el merengue se ve consistente, ya lo tenemos terminado.  En ésta foto, aún le queda un pelín.
  5. Y ahora a disfrutar! Metemos en la manga pastelera, y rellenamos una tarta, decoramos algún bizcocho o un cupcake, hacemos una maceta encima de una galleta,  a gusto del consumidor!!
Espero que os hay gustado.  Por lo menos, si a alguien que tenía tantas dudas como yo, le he ayudado, pues ya me doy por satisfecha.
Hasta pronto!

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