NOOOOOOOO! No te vayas de varilla (como dicen en mi casa), no subestimes esta receta porque es de ese tipo de dulces tradicionales que dejan huella, desde la más tierna infancia. El olor que hay en la cocina es navideño por el anís. Además que este tipo de postres se hacen en familia, es todo un ritual. Cuando va llegando el invierno, un fin de semana lluvioso, la familia se reune y hace este bocado exquisito.
Y he de reconocer que ésta receta no es de mi familia, a mi abuela no le han salido bien nunca, no salía la masa tiernecita. Así que busqué y busqué y vi una receta que me gustaba, muy bien explicadita y me animé a cambiar y vaya descubrimiento que hicimos en mi casa.
La receta es de Reme del blog Al sur del sur, también malagueña como yo, muy simpática y con un blog que tiene recetas muy buenas, voy a aprender muchas cositas de ella. Mi madre era reacia a la receta, ya que siempre lo hemos hecho con aceite, y se le metió en la cabeza que para que salieran tiernos tendría que llevar manteca de cerdo. Gracias a Dios que la convencí, sino aún estaríamos buscando un resultado que lo mismo no fuera llegado. Ya mismo hago otra vez porque han volado!
Os explico a los que no sabéis lo que es un borrachuelo. En mi tierra, un borrachuelo es una masa mas bien aceitosa, que lleva vino y aguardiente (por eso borrachuelos). Con esa masa se hacen como una especie de empanadillas rellenas de cabello de ángel o de crema de batata, también pueden hacerse sin relleno. Se fríen y luego se emborrachan en una mezcla de agua-anís (por eso borrachuelos) y se emborrizan en azúcar.
Con la receta que os voy a dar, a mí me salieron unos dos kilos y medio. Por eso se hacen en familia, es una producción en cadena, jajaja! Sino, acabas molida. Y duran muy bien una semana si los conservas bien en tuppers. Ayyyy! Que semanita más corta!
Se que es un poco liosilla la receta, pero os aseguro que merecerá la pena. Así que vamos con la receta!
Ingredientes:
- 750 gr. de harina normal.
- 225 gr. de aceite de oliva virgen extra.
- 1 cásacara de limón.
- 1 cucharada de anís en grano (matalahuva).
- 75 gr. de vino dulce moscatel.
- 75 gr. de anís dulce.
- 75 gr. de vino blanco seco.
- 75 gr. de zumo de naranja.
- 75 gr. de azúcar blanca.
- 1 sobre de levadura química (Royal)
- 1 cucharadita de canela molida.
- Relleno: 1 lata de cabello de ángel (yo la compré en mercadona, donde está la miel y la mermelada).
- Aceite de oliva virgen extra para freír los borrachuelos.
- Antes de nada, vamos a calentar los 225 gr. de aceite en un cacillo. Cuando esté caliente, le echamos la cáscara de limón y la retiramos cuando se oscurezca un poco (la cáscara). Retiramos del fuego y echamos la cucharada de anís en grano al aceite. Dejamos enfriar.
- en un bol grande, o en un barreño limpio, echamos la harina y la levadura y hacemos un hueco en el centro. Incorporamos en el hueco la mezcla de los vinos, el anís dulce y el zumo. Mezclamos con cuchara.
- Agregamos el aceite con el anís poco a poco. Llegará el punto en que habrá que meter las manos, para seguir mezclando. Cuando quedo poco aceite, parecerá que ya no admite más, pero seguimos amasando y lo admite todo al final.. Debemos llegar a una masa que no se pegue a las manos, suave y blandita, aunque compacta.
- Reposar la masa resultante de 30 minutos a 1 hora, tapando el barreño con un paño húmedo, en un lugar caldeado, si es posible.
- Una vez reposada la masa, llega el momento de pedir ayuda a la familia. Una persona puede ir haciendo bolitas del tamaño de una nuez y apostándola con el rodillo formando un círculo.
- Otra persona pone una cucharadita de cabello de ángel en el centro y sella los lados, como una empanadilla, con ayuda de un tenedor.
- Otra los va echando al aceite para freírlos. Debe ser un fuego medio, y con bastante aceite, que los cubra sin problemas. Reponer aceite cuando haga falta.
- Una vez fritos, prepara un plato hondo con mezcla agua- anís a partes iguales y pasar rápidamente los borrachuelos por la mezcla líquida y enseguida rebozar en azúcar.
- Listos para comer y repartir a vuestros seres queridos!
- Para conservarlos, guardarlos en un tupper hermético, de pie y entre capa y capa un papel para que absorba el aceite restante. Cuando pasen algunos días, se les despega el azúcar, pero se vuelven a rebozar en azúcar y quedan igual que el primer día.
Y Adina, del blog Sweet Cakes & Accesories me ha otorgado un premio, que ya lo tenía, pero tengo que agradecerselo enormemente porque se ha acordado de mí. Un beso muy fuerte! Me gusta mucho tu blog, sé que llegarás muy lejos.
Pues eso es todo.
Esto va a tod@s l@ bloguer@s, que intentaré ponerme al día, cuando llevo sobre 1 semana sin pisar blog empiezo de la A a la Z. Hoy empezaré por la Z. Tened paciencia, por favor, pero os prometo que me pondré al día.
Besos a todos y todas!